Calidad tiene muchas definiciones, pero la básica es aquella que dice que aquel producto o servicio que nosotros adquiramos satisfaga nuestras expectativas sobradamente. Es decir, que aquel servicio o producto funcione tal y como nosotros queramos y para realizar aquella tarea o servicio que nos tiene que realizar.
El periodismo es una actividad que consiste en recolectar, sintetizar, jerarquizar y publicar información relativa a la actualidad. Para obtener dicha información, el periodista debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables o a su propio testimonio.
Al tener en claro ambos conceptos, indicamos que un buen periodismo tiene
que desarrollar un conjunto de principios y reglas éticas que regulan y guían la actividad
PAVEL PIMENTEL MARIN
profesional, constituida por una serie de normas y deberes éticos (ética periodística), que guían la actividad del periodista.
Dichos códigos postulan la independencia de los medios respecto a los poderes políticos y económicos. El periodista queda sujeto a su obligación de actuar con la mayor diligencia posible en el acceso a las fuentes y en el contraste de opiniones confrontadas.
En la actualidad, el reto de la calidad sigue siendo uno de los grandes caballos de batalla de la profesión y sobre la calidad (y la falta de ella) se ha debatido con las necesarias dosis de autocrítica. Sin embargo, la calidad del trabajo periodístico parece seguir siendo inferior a lo que cabría esperar dada la importancia social del profesional que lo práctica.
Al referirnos a calidad de periodismo en Huancayo, podemos mencionar que es una actividad que no está bien ejercida por los “seudos periodistas”, que no poseen los conocimientos suficientes, ni ética profesional, y si hablamos de periodistas de carrera creo que han caído en lo mismo dejando de lado la deontología profesional.
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